Tras el descubrimiento por parte de los autores de cuadernos llenos de notas y reflexiones, seguimos la vida de un cónsul que pasó por varios países de África, Europa, Oriente Medio, Sudamérica y Centroamérica. Descubrimos, a lo largo de las páginas, recuerdos dispersos que no siguen necesariamente un orden cronológico.
Aunque no aparezca como tal en el texto, este libro es el fruto del encuentro de dos hermanos separados por la vida y del redescubrimiento de su complicidad, enterrada desde hace unos cuarenta años.
Aunque vivieron la misma infancia en una familia de artistas, Axel y Eric Cumps tuvieron trayectorias vitales completamente diferentes. Uno pasó casi cuarenta años en el extranjero como diplomático, el otro dedicó su vida a la enseñanza.
Mientras que el primero se dedicó principalmente a la pintura y el dibujo, el segundo eligió el teatro y la escritura.
En el otoño de sus vidas, descubrieron con deleite la alegría de trabajar juntos y se encontraron trabajando con alegría y entusiasmo en este libro.